El maestro Calixto Ochoa, control de calidad de los acordeones de Rufino Barrios, al escucharlo con cuidado no ha dudado en afirmar que después de Los Corraleros de Majagual, no había escuchado una voz más afinada que la de Roberto. Incluso, dijo que supera los trabalenguas de Eliseo Herrera.
Inicialmente le decían Juanes, pero una vez su voz empezó a “venderse” en la Internet y tras provenir de una tierra colorada y sabanera, no dudaron en rebautizarlo como Roberto Ruiz, el que más mandaba en las parrandas. El que pagaba todo.
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